La alimentación durante la cuarentena
La llegada de la pandemia y el inmediato decreto de la cuarentena ha generado un sin fin de respuestas en los comportamientos sociales e individuales en los que los hábitos alimenticios tienen una marcada preponderancia. Surgen palabras como caos, inestabilidad, inseguridad, miedo, contagio. Y en relación a lo alimentario: comer, subir de peso, aburrimiento y ansiedad, entre otras.
Se borran los días y los horarios, todo se vuelve rutinario. Vivimos en condiciones similares de encierro y en donde el comer se ha convertido en uno de los momentos más esperados del día, lo que nos obliga a estar muy pendientes de lo que comemos, además, los pensamientos acerca de la comida funcionan como respuestas evitativas frente al desinterés, la apatía y lo inevitable de las rutinas.
Otros de los factores que observan los nutricionistas que influyen en la alimentación y la nutrición en este contexto de cuarentena es el hecho de la falta de actividad física y el encierro que provoca en algunos casos estrés y ansiedad. Sumado a esto, también afecta la inestabilidad emocional de estar en un contexto inseguro, junto con la disminución de ingresos económicos y la preocupación por los seres queridos.
La mayoría de las personas están comiendo más que antes. “Esto se da principalmente porque la ingesta está regulada por varios sistemas neuroendocrinológicos, donde el estrés puede ser uno de los determinantes más importantes a la hora de querer comer”, detallan los especialistas en nutrición.
A pesar de todo esto, muchos profesionales advierten que la situación de encierro puede ser una posibilidad que nos desafíe a alimentarnos de manera más sana y saludable. “Lo más importante es comenzar por aceptar que se está viviendo una situación atípica y entender que es altamente probable que nuestras rutinas cambien considerablemente, para que cuando haya mayor estabilidad, se pueda buscar la forma de adaptarse nuevamente”.
Alimentación sana
Hay que evitar el picoteo. No por estar en casa o tener productos al alcance de la mano, debemos ‘picotear’ entre comidas. Una de las claves de una buena alimentación es la planificación.
Además, alimentarse de manera saludable implica consumir alimentos frescos y disminuir al máximo posible el consumo de alimentos procesados o industrializados. Una alimentación equilibrada incluye el consumo adecuado de hidratos de carbono proteínas y grasas junto a vitaminas y minerales. En esta línea, recomendó consumir algunas porciones de frutas y verduras al día.